jueves, 10 de abril de 2014

¿Por qué se que aún apareces en mis sueños, sueños lúcidos cargados de realidad y de energía; de energía de besos y de escaparates?
Cuando me desperté y agarré esa taza de café, previamente preparada en la noche, y di el primer sorbo de ese amargo elixir aspiré y supe que ese día, ese día se abría a mi como una brisa marina, fresca y llena de vida. Tengo la certeza de saber de ti en algún lugar, no se si en  un Marte o un Júpiter metafórico ... que se yo! pero de algo estoy seguro: se que estás, se donde vives; se que en algún lugar del globo respiras igual que yo. El mismo aire, el mismo CO2, la misma contaminación, el mismo abrazo. el mismo abrazo...
Se que desde algún lugar miras al cielo como yo lo hago y que al mirar y no ver recuerdas ese abrazo que nos dimos con ternura y con pasión. También se que, en ese lecho marino habitan lo que alguna ves fueron nuestras lagrimas, lagrimas derramadas por incontables batallas ganadas o perdidas y que fueron consumadas con nuestro beso. Un beso que nos dimos y que ahora no tiene espacio ni tiempo, es eterno y vaga por ahí, en la eternidad.
Ahora no se donde estas. no se que ha sido de mi y necesito salir de este cuarto. Algunos dicen que estoy loco pero, creo que si. Espera, ya llegaron a darme mis pastillas.

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